jueves, 8 de mayo de 2025

El Kosarka es eterno

 Probablemente estemos ante la foto del año en el baloncesto europeo…Ivo Daneu, a sus 87 años, siendo expulsado por los árbitros en un partido de la Aba 2 en la sala Tivoli. 




Un poco de contexto, empezando por la historia de la “sala”.

Situado en el borde inferior del precioso parque Tivoli, la “Hala Tivoli” vio la luz en los primeros meses de 1965 tras dos años de denodados trabajos liderados por el arquitecto Marjan Bozic quien, a su vez,  recogía una idea del genial e inclasificable Stanko Bloudek. De biografía más propia de un falso documental al estilo Cravan vs Cravan, que de un personaje histórico, todo lo que se diga del gran Bloudek suena a exageración… y se queda muy corto. 

Pionero de la aviación eslovena, vivió a caballo entre Praga, Ljubljana, Viena y Budapest, construyendo aeroplanos y artilugios imposibles adelantados a su época. Amigo de Lenin, Kafka, dicen que de su mente surgió el primer esbozo de la maravillosa “Un artista del hambre”, o Conan Doyle… su inquietud vital le llevó de los cielos al asfalto introduciéndose, o más bien creando, la industria automovilística eslovena, mientras se convertía en un deportista total: futbolista, campeón de patinaje, tenista y , sobre todo, constructor: pistas de esquí, de tenis… hasta la llegada de la segunda guerra mundial, donde su ingenio viraba a la construcción de armas y refugios para los partisanos, lo que le llevó a las cárceles nazis de la por entonces llamada Eslovenia del Norte.

 Tras la caída de la bestia fascista, Bloudek ingresaba en el COI a la par que comenzaba a esbozar la que con los años sería la sala que habría de ver por primera vez a la selección Yugoslava de baloncesto subirse a lo más alto de un cajón mundialista, y aunque nunca llegó a verla terminada un busto en su honor sigue presidiendo la subida al viejo pabellón.

La Copa de Europa del 67, la Recopa del 69... el triunfo ante USA en el 70 que valía un mundial, la gestación del título del 94 o de la final four del 97 por parte del Olimpija… sus historias baloncestisticas serían infinitas, pero no las únicas: con solo unas semanas abierta, Louis Armstrong congregaba a 6.000 personas para hacer creer que el mundo era maravilloso, en un récord que años después batiría Dire Straits… pero la dulce guitarra de Knopfler no sería tampoco la única y es que los tiempos cambiarían con Dylan, las arañas de Marte aterrizaron con Bowie y su, aún recordado,  bis de “Moonage daydream”, el metal de los Maiden, el folk de los Dubliners, los devaneos dipsómanos de Shane macGowan y sus Pogues, el riff de smoke on the water o uno de los últimos conciertos de Kart Cobain… cientos de conciertos y de grandes espectáculos que registraban el pálpito vital de la alegre Eslovenia y, por si fuera poco, sumaban evento tras evento (el mundial de ping pong en el 65, el de jockey sobre hielo un año después, halterofilia, el europeo de balonmano…)

Con todo, nada tan especial como el citado mundial de baloncesto del 70. Un mundial en el que Yugoslavia se colgaba el primer oro de su historia (no solo mundialista, en el eurobasket habría de esperar hasta el 73). 

El capitán de ese equipo yugoslavo, el hombre que levantó la primera copa del mundo para los “plavi” no era otro que Ivo Daneu. Leyendo local en el Olimpija, elegido mvp del mundial anterior (1967), excelso anotador, el mejor jugador esloveno de la historia…y un tipo que había escogido retirarse tras ese mundial para despedirse en casa. En la recamara quedaban 6 ligas yugoslavas, la elección de deportista del año en Yugoslavia en el 67 y hasta nueve medallas con la selección absoluta incluyendo la plata olímpica en México 68 y el ya citado mundial. 

Padre del también jugador , e internacional esloveno, Jaka Daneu, Ivo ve como ahora su nieto Ziga empieza a hacerse sitio en su Olimpija e incluso ya es internacional con Eslovenia. De hecho, no me extrañaría nada que estuviese en la preselección para el próximo eurobasket de Katowice-Riga.

Aunque goza de buena salud y de una mente prodigiosa que le permite ser un analista agudísimo de la actualidad, puede entenderse que Ivo Daneu ya no se prodiga demasiado en publico a sus 87 años (88 en octubre). Si además tenemos en cuenta que los eventos baloncestisticos de calado en Ljubljana suelen disputarse en el Stozije, podemos entender el fuerte simbolismo de tener ayer a Daneu en la misma “sala” donde levantó la copa mundialista… Y no era el único

El motivo era la celebración del segundo partido de la final de la ABA 2 entre el Ilirija y el Bosna Sarajevo. Programada al mejor de tres partidos, la final tiene el premio de que el ganador “asciende” a jugar la liga adriática el año que viene. Eliminada la Vojvodina de Rebraca, gran favorita, la final pues enfrentaba al modesto Ilirija (el tercer equipo de la capital eslovena) contra un Bosna que busca dar el primer paso en su vuelta a la élite. 

Con ventaja de campo para los bosnios, el Ilirija conseguía vencer en Sarajevo en el primer partido así que ayer se jugaba un ascenso tan inesperado como increíble. sin mucha masa social, a fin de cuentas son un equipo de barrio con más historia (se fundó en 1957)  que presente, optaron por lanzar una campaña de apoyo en torno al basket esloveno…y este respondió a lo grande. Sobre todo desde que se conoció que Ivo Daneu estaría presente en el partido.

Allí estaban ex nba como Marko Milic o Slokar, leyendas como Jure Zdovc, el actual seleccionador Sekulic o incluso un Luka Doncic que aparecía a última hora. También había algunos ex Bosna míticos como , también ex Estu, Nenad Markovic.

Pues bien, como es tradición en el basket esloveno sucedió lo que suele sucederle cuando las cosas se ponen de cara: Se perdió. Y se perdió en medio de una actuación arbitral polémica como pocas ... .Tanto que, a mitad de partido, Ivo Daneu, sentado en una de las sillas a pìe de la pista , se levantó a protestar. Ni cortos ni perezosos, los árbitros avisaron a seguridad y pidieron que fuese expulsado del pabellón. Y ahí queda la imagen 55 años después de levantar la copa,  de hacer historia en Yugoslavia (los datos de la retransmisión del partido ante Usa nunca más se batieron), Daneu salía expulsado de su Tivoli. Eso sí, ovacionado y haciendo el gesto de pasos. Genio y figura. 

La victoria del Bosna aboca la serie a un tercer partido con claro favoritismo para los sarajevinos. Hoy entre las reacciones a lo sucedido destacaban las de Petar Vilfan o Bogdan tanjevic, ambos apoyando a Daneu. Un Tanjevic al que esto le toca de cerca. 

Nacido en Montenegro, trasladado con cuatro años a Bosnia y estudiante de filosofía y literatura en Belgrado...allí empezaría su carrera como jugador en el OKK. Base a las órdenes de Zeravica (si, el seleccionador de aquel mundial 70)  en el primer europeo junior de la historia, antes de pasar a Sarajevo. Tras su temprana retirada le llegaba la sorprendente oferta para hacerse cargo del Bosna, el segundo equipo de la ciudad jugando en segunda división entonces...al igual que el Zeljeznicar por entonces el gran equipo bosnio. Con Varajic a bordo, Tanjevic convencía a su amigo Svetislav Pesic para unirse al proyecto.

Porque Tanjevic, ya entonces, era un visionario y hablaba de crear el gran club bosnio por excelencia. Ese año ambas escuadras quedaban empatadas, por lo que el 28 de Abril de 1972 debían dirimir el título y el ascenso a la prva liga en un partido de desempate. Cuentan que ese día ,en el viejo gimnasio Skenderia, había más de siete mil personas. El Bosna se llevaba el triunfo y con él el ascenso. Era el primer éxito de Tanjevic en los banquillos, el primero de muchos....

Desde la segunda división llevaría al Bosna a ser el primer equipo yugoslavo en ser campeón de Europa en el 79. También sería campeón de liga y copa y subcampeón de la Korac (una competición con la que tendría una relación tormentosa hasta el punto de perder 5 finales) pero , sobre todo, empezaría a sembrar las bases de su magisterio.

Tras años lejos de la elite, el Bosna queda a un paso de volver a la liga adriática y asomarse de nuevo a la elite. Y habrá de jugárselo, como no, en el Skenderija.

Como esloveno que “soy” me gustaría que se lo llevase el Ilirija, como nostálgico el Bosna. Sea como sea, la Tivoli, el Skenderija, Daneu, Tanejevic…el Kosarka, amigos, jamás se acaba. 

PDPD: Hablando de fotos simbólicas, la de Doncic pasando por delante de Daneu es de lo más icónico de la historia del basket esloveno