domingo, 18 de julio de 2010

Mundobasket 2010 Historia (V)




1970 YUGOSLAVIA

LA PRIMERA MEDALLA DE ORO PLAVI


Con una progresión clara y constante, Yugoslavia se había convertido ya en una de las grandes potencias baloncestisticas del momento y lo había hecho gracias a un trabajo planificado y que no solo se había limitado a lo deportivo. También en lo organizativo, el basket balcánico había ido sumando peso mundial de mano de la figura de un Boris Stankovic que comenzaba a labrar su extensa carrera en los despachos. Respaldado por los éxitos de la década de los 60 y buscando conmemorar el 25 aniversario de la federación yugoslava, Stankovic consigue que el comité de la FIBA conceda la celebración del primer mundial que ha de disputarse fuera de Sudamérica al país de Tito.
La decisión termina por revelarse de lo más acertado, ya que por primera vez el mismo se ve ajeno a las disputas políticas, su organización es modélica e incluso se consigue, al fin, disputar en su año natural. Por si fuera poco el nivel deportivo también resultaría francamente alto y acabaría por desembocar en el primer oro de una Yugoslavia que se presentaba en Ljubljana con el bagaje acumulado de tres platas consecutivas en los mundiales de Uruguay, juegos de Mexico y europeo de Nápoles (amen de obtener el mismo metal en el mundial del 63 y los europeos del 61 y 65).
Al igual que en las ediciones anteriores, el anfitrión pasaba directamente a la liguilla final que habría de disputarse en Ljubljana, mientras que el resto de equipos quedaban encuadrados en tres grupos que habrían de disputar sus partidos en Split, Sarajevo y Karlovac (quedando Skopje para la fase de consolación). Sin mayores sorpresas, URSS, USA y Brasil lograron su pase como invictos (con más apuros por parte carioca ya que necesitaba de una doble prorroga ante Italia…aunque con trascendencia menor ya que se clasificaban dos equipos por grupo y no se arrastraban los resultados). La primera fase dejaba otro dato significativo: la presencia de Australia. Pese a no ganar ningún partido, la selección que lideraba el histórico Lindsay Gaze (padre de Andrew… y cinco veces olímpico en su doble faceta de entrenador y jugador), venia a ratificar el aspecto global del torneo ya que con su debut, por primera vez los cinco continentes se veían representados en un mundial.
Como decíamos, Yugoslavia había acumulado nada menos que 6 platas en la década de los 60 lo cual daba a entender que su candidatura a organizar el mundial venía refrendada por un convencimiento de que este podía ser el paso definitivo. La conjunción de la excelente generación de los Daneu, Korac y cia con los nuevos valores que lideraba Cosic parecía presagiar el mejor de los destinos.
Sin embargo unos meses antes del torneo, la desgracia se cebaba con el mundo del baloncesto, y más en concreto con una de sus grandes estrellas, un Radivoj Korac que fallecía en accidente de coche en el regreso de un partido amistoso de la selección. Ala pivot zurdo, de indudable talento ofensivo, Korac había sido clave en los éxitos del OKK Belgrado, había rendido con excelencia en la lega y en la selección y dejaba en los anales uno de esos records poco menos que intocable, al anotar 99 puntos en un partido de la Copa de Europa ( record aun en la principal competición de clubes europea…años más tarde en la copa Korac, tercera competición continental y bautizada así en honor al gran Radivor, Zdenko Babic se iría hasta los 144)



Con todo Yugoslavia se plantaba en Ljubljana como la gran favorita tanto por su nivel deportivo como por el fabuloso ambiente que se respiraba en la pista: la recientemente clausurada Sala Tivoli.
Situado en el borde inferior del precioso parque Tivoli, la “Hala Tivoli” había visto la luz en los primeros meses de 1965 tras dos años de denodados trabajos liderados por el arquitecto Marjan Bozic quien a su vez recogía una idea del genial e inclasificable Stanko Bloudek. De biografía más propia de un falso documental al estilo Cravan vs Cravan, que de un personaje histórico todo lo que se diga del gran Bloudek suena a exageración… y se queda muy corto. Pionero de la aviación eslovena, vivió a caballo entre Praga, Ljubljana, Viena y Budapest, construyendo aeroplanos y artilugios imposibles adelantados a su época. Amigo de Lenin, Kafka( dicen que de su mente surgió el primer esbozo de la maravillosa “Un artista del hambre”) o Conan Doyle… su inquietud vital le llevo de los cielos al asfalto introduciéndose, o más bien creando, la industria automovilística eslovena, mientras se convertía en un deportista total: futbolista, campeón de patinaje, tenista y , sobre todo, constructor: pistas de esquí, de tenis… hasta la llegada de la segunda guerra mundial, donde su ingenio viraba a la construcción de armas y refugios para los partisanos, lo que le llevo a las cárceles nazis de la por entonces llamada Eslovenia del Norte. Tras la caída de la bestia fascista, Bloudek ingresaba en el COI a la par que comenzaba a esbozar la que con los años sería la sala que habría de ver por primera vez a la selección Yugoslava de baloncesto subirse a lo más alto de un cajón mundialista, y aunque nunca llego a verla terminada un busto en su honor sigue presidiendo la subida al viejo pabellón.




El pabellón ya había sido sede de los partidos europeos del Olimpija Ljubljana (gran papel en la copa de Europa del 67 y la Recopa del 69), del mundial de ping pong e incluso de un multitudinario concierto de Louis Armstrong.
Centrándose en lo deportivo, Yugoslavia arrancaba la liguilla final pasando muchos apuros ante una Italia, donde Recalcati ponía la dinamita exterior y Dino Meneghin la fuerza interior, aunque finalmente los 29 puntos de un enorme Cosic acababan por certificar el triunfo local por 66-63. Tras el alivio plavi, las noticias para los organizadores no podían ser mejores y la que a priori se presentaba como su gran rival, la URSS, caía en un dramático encuentro ante Brasil. Liberada así de la presión, Yugoslavia continuaba su camino aplastando a los propios cariocas y venciendo con solvencia a Uruguay y Checoslovaquia. De entre el resto de favoritos, los resultados se cruzaban de tal manera que USA vencía a la URSS, pero caía ante Italia y esta a su vez caía ante la URSS y un Brasil, que también mordía el polvo con los checoslovacos…
De esta manera se llegaba a la penúltima jornada con un Yugoslavia-USA decisivo en el cual una victoria balcánica daba matemáticamente el título a los de Zeravica…y estos pese a algunos nervios iniciales no fallaban para cerrar con un 70-63 el primer oro de su historia. En la ultima jornada se repetía el doble enfrentamiento de la edición anterior, con unos apáticos yugoslavos cayendo ante la URSS que se llevaba el bronce y un Brasil que volvía a doblegar a una UsA que pasaba de su virtual plata a un decepcionante cuarto puesto.
Desgraciadamente el jubilo yugoslavo duro muy poco, ya que apenas transcurridos tres días desde la finalización del torneo, uno de los artífices del éxito, el pivot Trajko Rajkovic fallecía de un paro cardiaco. Rajkovic campeón liguero en tres ocasiones con el OKK Belgrado, compartía en cierta forma destino con un Radivoj Korac con el que había coincido en sus dos ultimas ligas y en la lega italiana donde, curiosamente, se habían sucedido como los respectivos máximos anotadores (Rajkovic en el 68 con el Livorno y Korac con el Padova en el 69)

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