martes, 13 de octubre de 2015

EUROLIGA 15/16: GRUPO B


                                GRUPO B

Si el grupo A dibuja un escenario con hasta tres equipos que pueden aspirar de manera legitima al primer puesto, a priori el grupo B se muestra como uno de los más jerarquizados de la nueva euroliga. Sobre el papel, Olympiacos y Efes pugnan por la primera plaza, Baskonia y Milano por la tercera, mientras que Limoges o Cedevita buscan mejorar su imagen del curso pasado (donde ya coincidieron en la primera fase) mientras sueñan con que la irregularidad de sus rivales (Olympiacos al margen) en los últimos años abra una ventana al Top 16.

                              OLYMPIACOS

                      

Campeón en 2012 y 13, subcampeón el curso pasado, a estas alturas a nadie se le ocurre ya infravalorar a un conjunto que en seis años ha alcanzado cuatro veces la final con otros tantos técnicos. Con Spanoulis de nuevo como jefe absoluto, el cuadro del Pireo ha confeccionado una plantilla si cabe más sólida y larga que la del curso pasado. Una plantilla del entero gusto de un Giannis Sfairopoulos renovado hasta 2018 hace tan solo unas semanas. Sin rastro ya de la huella de Bartzokas, el club ateniense dice definitivamente adiós a la versatilidad en favor de una idea de juego clara, competitiva y con más predicamento practico que estético. Sin grandes lamentos por la salida de un Laffayette que apenas cumplió lo esperado, el Olympiacos inaugura el nuevo curso con dos ausencias significativas: Brian Dunston y Kostas Sloukas. Mejor defensor de la euroliga las dos últimas temporadas, la baja del estadounidense parece bien cubierta con la incorporación de un Patric Young menos sólido y de menos continuidad en el esfuerzo, pero con más dotes de intimidación y una notable capacidad de finalización. Más complicada parece la gestión del tema Sloukas. Elegido mejor jugador de la liga griega el año pasado por eurobasket.com, su menor papel en la euroliga quizás distorsione el verdadero impacto de un jugador tan distinto como necesario. Sin la fe de Sfairopoulos para ejercer de base y con Spanoulis taponando el puesto de escolta, Sloukas buscará más espacio en Istambul mientras en Atenas su huella ahonda en la que sigue siendo la principal carencia del equipo rojo: la falta de tiro exterior y de creatividad. En el otro lado de la balanza la llegada de Daniel Hackett conforma junto a la continuidad de Mantzaris una línea del puesto de base con una capacidad física tremenda. Tras un año complicado en Milano, el hijo del arte puede dar un punto de polivalencia a un perímetro explosivo donde al liderazgo de Spanoulis y la solvencia de Lojeski se une además un DJ Strawberry capaz de ayudar en las tres posiciones. Con Printezis como foco anotador interior, la baja de Petway cambia un tanto la configuración de una plantilla que con Hunter, Young y Milutinov dibuja una línea de centers interminable. En el aire queda la otra gran apuesta: el papel de Papapetrou y Agravanis. Con la plantilla diseñada para que ganen espacio, el estado físico del primero y el carácter del segundo pueden ser el termómetro para dos jugadores con unas posibilidades enormes. Si nada se tuerce, este Olympiacos debería, en fin, volver a ser uno de los equipos más incómodos del continente lo que ya de por si es garantía de recorrido largo en el torneo. Encontrar un punto más de aire ofensivo y el papel de Spanoulis, serán los que marquen si de nuevo ese camino lleva a la última estación.
 

                                       ANADOLU EFES

                            

Si hablar del Olympiacos tiende a ir acompañado de epítetos como equilibrio, competitividad o dureza, en los últimos años hacerlo del Anadolu Efes ha sido en muchas ocasiones evocar lo contrario. Tras llegar a cuartos de final el año pasado y llevarse la copa a nivel domestico, Dusan Ivkovic busca revertir esa tendencia en su segundo año al frente del equipo, aunque cabe destacar su papel en la sombra en la transición hecha por su ahora ayudante Agelou Vangelis y el papel ya otorgado entonces a Osman o incluso Korkmaz. Una empresa que, pese a la ascendencia de la leyenda serbia vuelve a presentarse complicada. Complicada porque de nuevo contemplar la plantilla del Efes provoca una sensación vertiginosa entre el exceso en unas posiciones y las carencias en otras. Aun contando con la baja de Krstic en el primer tramo de competición, los fichajes de Tyus y Dunston configuran una línea de cincos con capacidad defensiva en el segundo e intimidación y finalización en el segundo. En el puesto de cuatro, el fichaje de Derrick Brown garantiza una de las principales fuentes ofensivas del torneo pero genera la primera gran duda en torno a su compatibilidad con un Dario Saric que no es de los que se deja llevar fácilmente. Mientras resuelve ese primer puzzle lleno de piezas tan valiosas como de difícil encaje ¿Se atreverá Ivkovic a probar con Brown de 3?, el puesto de base aparece como foco de interes. Consolidado Heurtel y establecido Balbay como revulsivo puntual, la llegada de Jayson Granger añade mordiente ofensiva, en especial si consolida su mejora en el tiro exterior...pero añade aun más incertidumbre a un aspecto defensivo donde el jugador uruguayo tiende al naufragio. Por último, y al igual que el curso pasado, la mayor incógnita del club turco residirá en un perímetro en el que el único cambio es la llegada de Diebler por Janning. Quizás más unidimensional, pero definitivamente con más alma de killer el ex del Pinar ocupará el rol de tirador tratando de cubrir a un perímetro joven y aun lejos de su tope competitivo. Con Cedi Osman devorando etapas con una naturalidad asombrosa, del progreso de Korkmaz o incluso Ulubay depende buena parte de las opciones para un Ivkovic que volverá a tener en Batuk (Mvp por cierto en la reciente president Cup) a la versión del Hatzivretas que en su día se llevo a Moscú. Con esos mimbres ¿Opciones de hacer algo grande? No se les pueden negar, aunque son tantos los factores a encajar....


                                  BASKONIA

                       

Tras otra pretemporada movida con el fichaje frustrado de Claver, el corte de Anosike y la lesión de Shengeila el Laboral Kutxa afronta una nueva euroliga dejando en las manos de Velimir Perasovic la necesidad de reconducir un rumbo claro. Con la continuidad de James y Adams garantizando al menos ritmo y entretenimiento (el primero puede acabar de explotar), en las alas el club vitoriano presenta una imagen bastante renovada y un tanto peculiar. A la espera de la vuelta de Bertans, Corbacho ha de ser el baluarte en el tiro exterior, faceta en la que naufraga un Jaka Blazic que no obstante puede sentirse cómodo en transición y contagiar por actitud. Con Hanga y Causeur, Perasovic dispone en definitiva de un cuarteto de jugadores un tanto romos en generación de juego pero con condiciones por separado para aportar. De la alquimia para extraer una idea común puede depender la suerte de un equipo que necesita volver a ilusionar. Por dentro, y al margen de un Kangur que llega para cubrir la baja de Shengeila, la llegada de Bouroussis debe ser un plus de calidad si el griego logra mantener el pulso competitivo y motivacional. A la espera del progreso de Diop, Tillie y Planinic completan una pintura simplemente correcta. Recuperar el pulso ofrecido como locales el año pasado y encontrar una mayor riqueza ofensiva pasan por ser las claves para un equipo que no debería tener problemas para alcanzar el Top 16 pero que a día de hoy parece lejos de optar a ir mucho más allá.



                      EA7 MILANO

                     

Inéditos en liga y copa desde el 96 hasta hace dos años, ese título y el llegar a tocar la final four con los dedos parecían la vuelta efectiva del Olimpia al primer plano baloncestistico, algo que la temporada pasada se encargaba de echar por tierra provocando una nueva revolución. Una nueva etapa que contará con Jasmin Repesa al frente. Siempre cuestionado, su curriculum sigue avalando la trayectoria del que para un servidor (y soy consciente de lo poco popular de esta afirmación) es uno de los mejores entrenadores de Europa. En un grupo donde el pase no debería estar muy caro, el conjunto Lombardo puede tener el tiempo necesario para ensamblar una escuadra muy renovada pero de dudosa compatibilidad. Con Gentile aparcando el salto a la NBA tras la llegada de un Repesa que fuera su mentor en Treviso, el liderazgo del cuadro italiano parece bien definido. Queda ver la continuidad y disposición de un jugador enorme con la selección, ideal para torneos cortos pero que hasta la fecha no ha logrado a nivel de club un compromiso de igual calado. Si Gentile es capaz de dar ese paso, Milano estará más cerca de ser algo más que un buen equipo. Con todo el papel de Gentile, no es el único interrogante a despejar. Con Cinciarini llamado a ser el director de orquesta, el papel de Lafayette como revulsivo se espera que tenga una mayor carga ofensiva que la mostrada en el Pireo. En las alas Jenkins y Simon garantizan ayudan en la creación de juego, universalidad y una buena rotación, pero su tendencia a gastar bola y su irregular desempeño en el tiro exterior se solapan con las principales lagunas de Gentile y en general de toda la línea exterior. Por dentro, con Barac a prueba, Lawal ha de poner minutos de intimidación mientras que Repesa ha de buscar la forma de hacer convivir a tres cuatros como Hummel, McLean y Macvan. Con el serbio llamado a ser falso 5, Hummel debe ser una garantía ofensiva mientras que el ex del Alba “apesta” a ser de nuevo una de las sensaciones de la temporada. En definitiva, un coctel peculiar, con ingredientes solapados y carencias presentas e históricas muy reconocibles, pero a la vez, una tentación y una promesa de notable licor si el torneo concede el tiempo que un proyecto así necesita. Candidatos claros a ser uno de los desastres del año...o una gran revelación.


           CEDEVITA ZAGREB

                           

Tras su correcto devenir del curso pasado, el Cedevita Zagreb repite presencia en la euroliga con un proyecto un punto más ambicioso que el de entonces. Buscando aprovechar el posible resquicio que pueda deparar el historial de fiascos de alguno de sus rivales, el conjunto croata ha configurado un equipo equilibrado, con base local, algún jugador de proyección y un par de interesantes refuerzos foráneos. Dirigido por un Veljko Mrsic que tendrá a su lado a Gianmarco Pozzeco, el Cedevita eleva sus opciones con el fichaje de un James White que si bien ha comenzado de manera irregular la temporada debería ser un jugador diferencial. Junto al ex de Unics, la llegada de Jacop Pullen y el regreso al baloncesto croata de Luka Zoric son las dos grandes novedades de un equipo que mantiene a Gordic al timón y que vuelve a contar con una sólida base local. Con Bilan llamado a explotar definitivamente en la pintura, Zubcic y Delas aparecen como buenos complementos mientras en las alas la muñeca de Pilepic o el desempeño de Babic otorgan profundidad a la plantilla. Junto a ese base, el otro gran atractivo de los de Zagreb será comprobar el progreso y el rol de jugadores como un Arapovic que busca despejar dudas sobre su adaptación al mundo senior a base de inteligencia y mejorada mano o de un Lovro Mazalin que este año parece contar con minutos. De clase innegable, su zurda sigue siendo errática en la larga distancia. Junto a ellos, es de esperar siquiera algunos chispazos de Dzanan Musa quien a sus 16 años no quiere conformarse con haber sido el héroe bosnio del verano. En definitiva, Cedevita pasa por ser un equipo notable en lo domestico, con atractivo para el espectador y que si bien parece lejos de un hipotético Top 16 si parece en disposición de dar más de un susto.


                                     LIMOGES

                    

Tras un inicio de temporada complicado que incluía una severa derrota en la supercopa ante el Srasbourg y otra como local en liga ante el Nanterre, el Limoges afronta su segunda presencia consecutiva en la euroliga con animo de progresar por encima de las dos victorias conseguidas la temporada pasada. Con bajas tan sensibles como las de Moerman, Smith, Plaisted o Batista, el conjunto de Herve encuentra en la continuidad de Westerman y Boungou-Colo su principal muestra de estabilidad dentro de una estructura de equipo un tanto peculiar. Teniendo que solventar de inicio la baja de un Randy Culpepper que esta llamado a ser la gran referencia ofensiva ya que no en vano estamos hablando de un anotador excepcional, la llegada de Heiko Schaffartzik debe ser un primer paso para ganar amenaza ofensiva. La llegada del jugador germano, amenaza, una vez regrese Culpepper, la posición de un Matt Gatens muy cuestionado de inicio. Por lo demás, Ali Traore y Will Daniels deberían ser un buen soporte ofensivo mientras que Mark Payne puede ejercer como generador de espacios. El resto queda en manos de los Zerbo, Camara y compañía. En definitiva, un equipo peculiar, de mucha presencia física y en centímetros, pero en el que cuesta atisbar una idea clara de juego y donde la baja de Culpepper en las primeras semanas apunta a que el Top 16 parece una meta demasiado útopica.



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