GRUPO B
Si
el grupo A dibuja un escenario con hasta tres equipos que pueden
aspirar de manera legitima al primer puesto, a priori el grupo B se
muestra como uno de los más jerarquizados de la nueva euroliga.
Sobre el papel, Olympiacos y Efes pugnan por la primera plaza,
Baskonia y Milano por la tercera, mientras que Limoges o Cedevita
buscan mejorar su imagen del curso pasado (donde ya coincidieron en
la primera fase) mientras sueñan con que la irregularidad de sus
rivales (Olympiacos al margen) en los últimos años abra una ventana
al Top 16.
OLYMPIACOS
Campeón
en 2012 y 13, subcampeón el curso pasado, a estas alturas a nadie se
le ocurre ya infravalorar a un conjunto que en seis años ha
alcanzado cuatro veces la final con otros tantos técnicos. Con
Spanoulis de nuevo como jefe absoluto, el cuadro del Pireo ha
confeccionado una plantilla si cabe más sólida y larga que la del
curso pasado. Una plantilla del entero gusto de un Giannis
Sfairopoulos renovado hasta 2018 hace tan solo unas semanas. Sin
rastro ya de la huella de Bartzokas, el club ateniense dice
definitivamente adiós a la versatilidad en favor de una idea de
juego clara, competitiva y con más predicamento practico que
estético. Sin grandes lamentos por la salida de un Laffayette que
apenas cumplió lo esperado, el Olympiacos inaugura el nuevo curso
con dos ausencias significativas: Brian Dunston y Kostas Sloukas.
Mejor defensor de la euroliga las dos últimas temporadas, la baja
del estadounidense parece bien cubierta con la incorporación de un
Patric Young menos sólido y de menos continuidad en el esfuerzo,
pero con más dotes de intimidación y una notable capacidad de
finalización. Más complicada parece la gestión del tema Sloukas.
Elegido mejor jugador de la liga griega el año pasado por
eurobasket.com, su menor papel en la euroliga quizás distorsione el
verdadero impacto de un jugador tan distinto como necesario. Sin la
fe de Sfairopoulos para ejercer de base y con Spanoulis taponando el
puesto de escolta, Sloukas buscará más espacio en Istambul mientras
en Atenas su huella ahonda en la que sigue siendo la principal
carencia del equipo rojo: la falta de tiro exterior y de creatividad.
En el otro lado de la balanza la llegada de Daniel Hackett conforma
junto a la continuidad de Mantzaris una línea del puesto de base con
una capacidad física tremenda. Tras un año complicado en Milano, el
hijo del arte puede dar un punto de polivalencia a un perímetro
explosivo donde al liderazgo de Spanoulis y la solvencia de Lojeski
se une además un DJ Strawberry capaz de ayudar en las tres
posiciones. Con Printezis como foco anotador interior, la baja de
Petway cambia un tanto la configuración de una plantilla que con
Hunter, Young y Milutinov dibuja una línea de centers interminable.
En el aire queda la otra gran apuesta: el papel de Papapetrou y
Agravanis. Con la plantilla diseñada para que ganen espacio, el
estado físico del primero y el carácter del segundo pueden ser el
termómetro para dos jugadores con unas posibilidades enormes. Si
nada se tuerce, este Olympiacos debería, en fin, volver a ser uno de
los equipos más incómodos del continente lo que ya de por si es
garantía de recorrido largo en el torneo. Encontrar un punto más de
aire ofensivo y el papel de Spanoulis, serán los que marquen si de
nuevo ese camino lleva a la última estación.
ANADOLU
EFES
Si
hablar del Olympiacos tiende a ir acompañado de epítetos como
equilibrio, competitividad o dureza, en los últimos años hacerlo
del Anadolu Efes ha sido en muchas ocasiones evocar lo contrario.
Tras llegar a cuartos de final el año pasado y llevarse la copa a
nivel domestico, Dusan Ivkovic busca revertir esa tendencia en su
segundo año al frente del equipo, aunque cabe destacar su papel en
la sombra en la transición hecha por su ahora ayudante Agelou
Vangelis y el papel ya otorgado entonces a Osman o incluso Korkmaz.
Una empresa que, pese a la ascendencia de la leyenda serbia vuelve a
presentarse complicada. Complicada porque de nuevo contemplar la
plantilla del Efes provoca una sensación vertiginosa entre el exceso
en unas posiciones y las carencias en otras. Aun contando con la baja
de Krstic en el primer tramo de competición, los fichajes de Tyus y
Dunston configuran una línea de cincos con capacidad defensiva en el
segundo e intimidación y finalización en el segundo. En el puesto
de cuatro, el fichaje de Derrick Brown garantiza una de las
principales fuentes ofensivas del torneo pero genera la primera gran
duda en torno a su compatibilidad con un Dario Saric que no es de los
que se deja llevar fácilmente. Mientras resuelve ese primer puzzle
lleno de piezas tan valiosas como de difícil encaje ¿Se atreverá
Ivkovic a probar con Brown de 3?, el puesto de base aparece como foco
de interes. Consolidado Heurtel y establecido Balbay como revulsivo
puntual, la llegada de Jayson Granger añade mordiente ofensiva, en
especial si consolida su mejora en el tiro exterior...pero añade aun
más incertidumbre a un aspecto defensivo donde el jugador uruguayo
tiende al naufragio. Por último, y al igual que el curso pasado, la
mayor incógnita del club turco residirá en un perímetro en el que
el único cambio es la llegada de Diebler por Janning. Quizás más
unidimensional, pero definitivamente con más alma de killer el ex
del Pinar ocupará el rol de tirador tratando de cubrir a un
perímetro joven y aun lejos de su tope competitivo. Con Cedi Osman
devorando etapas con una naturalidad asombrosa, del progreso de
Korkmaz o incluso Ulubay depende buena parte de las opciones para un
Ivkovic que volverá a tener en Batuk (Mvp por cierto en la reciente
president Cup) a la versión del Hatzivretas que en su día se llevo
a Moscú. Con esos mimbres ¿Opciones de hacer algo grande? No se les
pueden negar, aunque son tantos los factores a encajar....
BASKONIA
Tras
otra pretemporada movida con el fichaje frustrado de Claver, el corte
de Anosike y la lesión de Shengeila el Laboral Kutxa afronta una
nueva euroliga dejando en las manos de Velimir Perasovic la necesidad
de reconducir un rumbo claro. Con la continuidad de James y Adams
garantizando al menos ritmo y entretenimiento (el primero puede
acabar de explotar), en las alas el club vitoriano presenta una
imagen bastante renovada y un tanto peculiar. A la espera de la
vuelta de Bertans, Corbacho ha de ser el baluarte en el tiro
exterior, faceta en la que naufraga un Jaka Blazic que no obstante
puede sentirse cómodo en transición y contagiar por actitud. Con
Hanga y Causeur, Perasovic dispone en definitiva de un cuarteto de
jugadores un tanto romos en generación de juego pero con condiciones
por separado para aportar. De la alquimia para extraer una idea común
puede depender la suerte de un equipo que necesita volver a
ilusionar. Por dentro, y al margen de un Kangur que llega para cubrir la baja de Shengeila, la llegada de Bouroussis debe ser un plus
de calidad si el griego logra mantener el pulso competitivo y
motivacional. A la espera del progreso de Diop, Tillie y Planinic
completan una pintura simplemente correcta. Recuperar el pulso
ofrecido como locales el año pasado y encontrar una mayor riqueza
ofensiva pasan por ser las claves para un equipo que no debería
tener problemas para alcanzar el Top 16 pero que a día de hoy parece
lejos de optar a ir mucho más allá.
EA7 MILANO
Inéditos
en liga y copa desde el 96 hasta hace dos años, ese título y el
llegar a tocar la final four con los dedos parecían la vuelta
efectiva del Olimpia al primer plano baloncestistico, algo que la
temporada pasada se encargaba de echar por tierra provocando una
nueva revolución. Una nueva etapa que contará con Jasmin Repesa al
frente. Siempre cuestionado, su curriculum sigue avalando la
trayectoria del que para un servidor (y soy consciente de lo poco
popular de esta afirmación) es uno de los mejores entrenadores de
Europa. En un grupo donde el pase no debería estar muy caro, el
conjunto Lombardo puede tener el tiempo necesario para ensamblar una
escuadra muy renovada pero de dudosa compatibilidad. Con Gentile
aparcando el salto a la NBA tras la llegada de un Repesa que fuera su
mentor en Treviso, el liderazgo del cuadro italiano parece bien
definido. Queda ver la continuidad y disposición de un jugador
enorme con la selección, ideal para torneos cortos pero que hasta
la fecha no ha logrado a nivel de club un compromiso de igual calado.
Si Gentile es capaz de dar ese paso, Milano estará más cerca de ser
algo más que un buen equipo. Con todo el papel de Gentile, no es el
único interrogante a despejar. Con Cinciarini llamado a ser el
director de orquesta, el papel de Lafayette como revulsivo se espera
que tenga una mayor carga ofensiva que la mostrada en el Pireo. En
las alas Jenkins y Simon garantizan ayudan en la creación de juego,
universalidad y una buena rotación, pero su tendencia a gastar bola
y su irregular desempeño en el tiro exterior se solapan con las
principales lagunas de Gentile y en general de toda la línea
exterior. Por dentro, con Barac a prueba, Lawal ha de poner minutos
de intimidación mientras que Repesa ha de buscar la forma de hacer
convivir a tres cuatros como Hummel, McLean y Macvan. Con el serbio
llamado a ser falso 5, Hummel debe ser una garantía ofensiva
mientras que el ex del Alba “apesta” a ser de nuevo una de las
sensaciones de la temporada. En definitiva, un coctel peculiar, con
ingredientes solapados y carencias presentas e históricas muy
reconocibles, pero a la vez, una tentación y una promesa de notable
licor si el torneo concede el tiempo que un proyecto así necesita.
Candidatos claros a ser uno de los desastres del año...o una gran
revelación.
CEDEVITA ZAGREB
Tras
su correcto devenir del curso pasado, el Cedevita Zagreb repite
presencia en la euroliga con un proyecto un punto más ambicioso que
el de entonces. Buscando aprovechar el posible resquicio que pueda
deparar el historial de fiascos de alguno de sus rivales, el conjunto
croata ha configurado un equipo equilibrado, con base local, algún
jugador de proyección y un par de interesantes refuerzos foráneos.
Dirigido por un Veljko Mrsic que tendrá a su lado a Gianmarco
Pozzeco, el Cedevita eleva sus opciones con el fichaje de un James
White que si bien ha comenzado de manera irregular la temporada
debería ser un jugador diferencial. Junto al ex de Unics, la llegada
de Jacop Pullen y el regreso al baloncesto croata de Luka Zoric son
las dos grandes novedades de un equipo que mantiene a Gordic al timón
y que vuelve a contar con una sólida base local. Con Bilan llamado a
explotar definitivamente en la pintura, Zubcic y Delas aparecen como
buenos complementos mientras en las alas la muñeca de Pilepic o el
desempeño de Babic otorgan profundidad a la plantilla. Junto a ese
base, el otro gran atractivo de los de Zagreb será comprobar el
progreso y el rol de jugadores como un Arapovic que busca despejar
dudas sobre su adaptación al mundo senior a base de inteligencia y
mejorada mano o de un Lovro Mazalin que este año parece contar con
minutos. De clase innegable, su zurda sigue siendo errática en la
larga distancia. Junto a ellos, es de esperar siquiera algunos
chispazos de Dzanan Musa quien a sus 16 años no quiere conformarse
con haber sido el héroe bosnio del verano. En definitiva, Cedevita
pasa por ser un equipo notable en lo domestico, con atractivo para el
espectador y que si bien parece lejos de un hipotético Top 16 si
parece en disposición de dar más de un susto.
LIMOGES
Tras
un inicio de temporada complicado que incluía una severa derrota en
la supercopa ante el Srasbourg y otra como local en liga ante el
Nanterre, el Limoges afronta su segunda presencia consecutiva en la
euroliga con animo de progresar por encima de las dos victorias
conseguidas la temporada pasada. Con bajas tan sensibles como las de
Moerman, Smith, Plaisted o Batista, el conjunto de Herve encuentra en
la continuidad de Westerman y Boungou-Colo su principal muestra de
estabilidad dentro de una estructura de equipo un tanto peculiar.
Teniendo que solventar de inicio la baja de un Randy Culpepper que
esta llamado a ser la gran referencia ofensiva ya que no en vano
estamos hablando de un anotador excepcional, la llegada de Heiko
Schaffartzik debe ser un primer paso para ganar amenaza ofensiva. La
llegada del jugador germano, amenaza, una vez regrese Culpepper, la
posición de un Matt Gatens muy cuestionado de inicio. Por lo demás,
Ali Traore y Will Daniels deberían ser un buen soporte ofensivo
mientras que Mark Payne puede ejercer como generador de espacios. El
resto queda en manos de los Zerbo, Camara y compañía. En
definitiva, un equipo peculiar, de mucha presencia física y en
centímetros, pero en el que cuesta atisbar una idea clara de juego y
donde la baja de Culpepper en las primeras semanas apunta a que el
Top 16 parece una meta demasiado útopica.