SERBIA
ESTAN DE VUELTA…
PARTICIPACIONES: Debutante
VICTORIAS-DERROTAS TOTALES:
PALMARES MUNDIALISTA: -
OTROS: Plata en el eurobasket 2009
BALANCE CON RIVALES DE GRUPO (EN FASES FINALES MUNDOBASKET):
SERBIA-ARGENTINA: Inédito. Aunque en rigor se puede decir que se trata de un enfrentamiento inédito, no cabe duda que el duelo entre serbios y argentinos tiene algunos antecedentes claros. Aun asociada con Montenegro, Serbia se enfrento a los argentinos en la polémica final del mundial de 2002. Dos años después, en los juegos de Atenas, una increíble canasta de Ginobili daba la victoria en el último instante a una Argentina que daba sus primeros pasos hacia el oro.
Ya en el mundial de Japón, pese a su flojo papel global, Serbia y Montenegro fue un duro adversario cayendo por un ajustado 83-79, en un partido donde Rakocevic, Milicic y Scola superaban los 20 puntos.
SERBIA-ANGOLA: Inédito
SERBIA-JORDANIA: Inédito
SERBIA-AUSTRALIA: Inédito
SERBIA-ALEMANIA: Inédito
La jerga deportiva es rica en tópicos y frases hechas que muchas veces tornan por convertirse en certidumbres. Uno de los más habituales ejemplos es aquel que apela al “peso del escudo o del nombre” para justificar alguna victoria de un equipo grande. Sin entrar en grandes detalles, el baloncesto serbio bien podría dar fe de ello.
Josip Broz, más conocido por Tito, solía referirse, orgulloso por haberla dotado de cierta estabilidad, a Yugoslavia con una celebre sucesión matemática: “7 estados vecinos, 6 repúblicas, 5 naciones, cuatro lenguas, tres religiones, dos alfabetos… y un solo país” (por cierto cuando el Che visitó Belgrado apostilló proféticamente aquello de “sí… y cero posibilidades de sobrevivir”). Con esta idea en la cabeza, y tras la independencia de Eslovenia, Croacia, Bosnia y Macedonia, las repúblicas de Serbia y Montenegro deciden mantener el nombre oficial de Yugoslavia, con lo que, tras levantar la ONU su sanción por la guerra de los balcanes, nos encontramos que a finales de 1994 la selección yugoslava reaparece oficialmente. Bajo esta denominación, y pese a estar formada sólo por jugadores serbio-montenegrinos, en el periodo que va desde 1995 hasta 2003 (fecha en que por primera vez la selección de basket compite con el nombre de Serbia y Montenegro), Yugoslavia completa un nuevo ciclo brillante con dos títulos mundiales (98 y 02) 3 europeos (95, 97 y 01 más el bronce 99) y una plata olímpica (Atlanta 96). Sin embargo una vez abandonado el nombre de Yugoslavia, la decadencia se torna imparable, aunque innegablemente las causas habría que buscarlas más allá de lo simbólico (renuncias, egos, problemas extradeportivos…).
Tras separarse definitivamente de Montenegro, Serbia participa en el eurobasket 2007 por primera vez como nación única, pero el resultado es igualmente desalentador, ya que el nuevo proyecto encomendado al genial (como jugador) “Moka” Slavnic naufragaba incapaz siquiera de pasar la primera ronda y sumiendo al país en una autentica depresión deportiva. Afortunadamente, y tras tocar fondo, no todo eran malas noticias. Paralelamente al ridículo de la selección senior, las categorías inferiores serbias enlazaban medalla tras medalla y abrían la esperanza a una reconstrucción del prestigio perdido. Para semejante obra, la federación recurría a todo un clásico, Dusan Ivkovic, timonel de la mítica selección que enamoró a finales de los 80/principios de los 90 y, sobre todo, hombre absolutamente respetado en todos los estamentos tanto políticos como deportivos del basket balcánico.
No se puede negar que los comienzos han sido cuanto menos alentadores: sin sus NBA y dejando de lado a buena parte de los veteranos, Ivkovic llevaba a cabo el relevo generacional sin traumas y conseguía una plácida clasificación para el eurobasket (Francia o Italia pueden atestiguar que no es poco…). Con un juego ordenado, de ritmo lento pero intenso, Serbia retomaba los valores tradicionales yugoslavos, donde el control del tempo no excluye los ramalazos de genialidad individuales.
La definitiva ausencia de la mayor parte de sus NBA y de Igor Rakocevic, unidas a los problemas físicos de Vujanic o Bogdanovic obligaban a Ivkovic a acelerar una reconstrucción que parecía/e seguir un claro objetivo: Londres 2012. Sin embargo el eurobasket de Polonia dejaba claro que para la nueva Serbia no había transición posible y de la mano de un genial Teodosic el perfecto funcionamiento colectivo derivaba en una ilusionante medalla de plata que se antoja solo el inicio del camino.
De cara al mundial de Turquia, Ivkovic ha vuelto a apostar por el mismo bloque del que, a falta de los dos últimos descartes, solo se han caído Bojan Popovic y Uros Tripkovic, este ultimo por lesión. De las dos, sin duda la más notable es la del nuevo escolta del Unicaja, ya que una de las carencias más notables de los “plavi” es el tiro exterior.
Con el estimulo extra e inesperado de la gran temporada del Partizan, los pasos del nuevo baloncesto serbio parecen seguir los caminos prefijados, sin pausa pero sin prisa, de tal manera que, si el año pasado eran Novicka Velickovic y Milenko Tepic los que daban el salto a clubes de primera fila europea en lo que va de verano los Raduljica, Markovic o Bjelica han seguido el mismo camino, en un paso que sin duda contribuye a la competitividad de una selección, donde el grueso de los jugadores parecen más encaminados a una sólida carrera europea que a dar el salto a la NBA. Además de los citados, la confirmación de Teodosic en el Pireo, o la progresión de Macvan o Keselj dotan de más argumentos al equipo de Ivkovic.
En cuanto al estilo de juego, no parece que Serbia vaya a presentar grandes diferencias sobre lo visto en Polonia, defensa compacta, ataques elaborados con un pequeño margen a las soluciones individuales, importancia del juego interior, buena defensa y un absoluto control del ritmo. En el debe, el tiro exterior, pese al festival de la final de la Istambul cup, sigue siendo un serio lunar que en ocasiones condiciona todo el entramado ofensivo de los balcánicos dando lugar a importantes pájaras dentro de un mismo partido.
LOS JUGADORES
A la estela de su espectacular eurobasket de Polonia, Milos Teodosic ha conseguido afianzarse en el Olympiacos hasta el punto de convertirse en la clave del funcionamiento de los del Pireo. Nombrado MVP de la euroliga y de la copa griega (primer título del Olympiacos en los últimos ocho años), Teodosic esta llamado de nuevo a ser el referente de una selección serbia, que el verano pasado encontró en él, al jugador capaz de asumir la responsabilidad ofensiva en los momentos clave. Con una capacidad defensiva cuestionable y sin una gran velocidad, Teodosic es capaz de dominar a base de talento, gracias sobre todo a su extraordinario tiro exterior y, sobre todo, a su capacidad para generárselo en los momentos más insospechados. Gran pasador y buen penetrador sus asistencias tras reverso o sus tiros apoyados en el bote sorprenden y surgen en los momentos más calientes, conformando otra de las características de un jugador que por momentos puede parecer deambular por la pista. En el capitulo de incógnitas quedan ciertos problemas en la selección de tiro y sobre todo su capacidad de concentración en los momentos adversos (tanto en la final del eurobasket como de la euroliga se fue en algunos momentos del partido). El nuevo jugador de Benetton, Stefan Markovic será la principal alternativa a Teodosic. Nacido en Australia y con ascendencia tanto serbia como italiana, Markovic venía alternando las posiciones de base y escolta en el Hemofarm (aunque esta temporada ha tenido muchos más minutos como base que como 2), aunque en la selección su función tiende a limitarse a la de director. Jugador completo y sólido, Markovic será el encargado de subir el nivel defensivo y subir un punto la intensidad del juego serbio. Muy atento a los rebotes largos, ha mejorado en su capacidad de repartir juego, pero, aunque ha ganado en determinación, sigue teniendo un grave problema con el tiro exterior. Al hilo de esta carencia, podría colarse en la selección un Aleksandar Rasic a la que la oportunidad le llega curiosamente tras un año más gris que el anterior. Capaz de alternar también las dos posiciones, la gran temporada del “macedonio” Bob McCaleb ha hecho que Rasic haya tenido más huecos como escolta que como base en el exitoso Partizan de Vujosevic. Trotamundos (Turquia, Rusia, Alemania) y experimentado pese a sus 26 años, Rasic es ante todo un buen triplista, lo que e puede abrir las puertas de la selección. Con preferencia por las esquinas, Rasic es además un correcto pasador aunque le cueste mantener el pulso en la dirección. Tremendamente irregular (en la euroliga le endoso 26 puntos al Olympiacos y 25 al Lietuvos, pero solo en tres partidos más alcanzo los 10 puntos, siendo 11 su tercera mejor marca…) lo que no se le puede reprochar a Rasic es su decisión en los momentos calientes.
Capaz de ocupar las tres posiciones exteriores, Milenko Tepic será uno de los grandes comodines de Serbia hasta tal punto que, al igual que el año pasado, Ivkovic le ha usado en la preparación como base puro en algunos momentos, aunque en Polonia luego apenas utilizo ese recurso. Sobrio, maduro y capaz de aportar en ambos lados de la pista, Tepic llega al mundial tras un año donde no ha conseguido hacerse un hueco en la rotación principal de un Panathinaikos, donde su falta de mordiente en el tiro exterior y su gusto por manejar el balón, en un equipo que pecaba en exceso de ello, acabaron por condicionarle. De vuelta a la selección, da la sensación de que Tepic recupera sensaciones y con mayor jerarquía y pudiendo disfrutar del control del balón volverá a ser un peligro en las penetraciones y en la generación de juego. Capaz de ayudar en el rebote, cuando comparta minutos con Teodosic no será raro verles alternar los roles. Letal si puede jugar a su ritmo, su efectividad en los tiros abiertos puede ser el termómetro de un Tepic que apunta a ser clave. Tras ser una de las grandes sorpresas de la lista del año pasado, Ivan Paunic vuelve a hacerse un hueco en la selección, pese a que tras su salida del basket belga su temporada no haya pasado de discreta. Jugador de confianza de Ivkovic, Paunic es un todoterreno, competitivo y de buen nivel físico adaptado a las labores más oscuras del juego. Utilizado en ocasiones para ahogar al base contrario, Paunic es capaz de cargar el rebote o de hacer daño en alguna que otra penetración y si bien no es un gran tirador, ocasionalmente puede aprovechar las atenciones recibidas por los primeros espadas para encontrar tiros cómodos. Por si fuera poco, Paunic siempre se ha caracterizado por rendir en los momentos clave. Oro el verano pasado en la Universiada de Belgrado donde fue el máximo anotador de la final con 16 puntos, el escolta serbio ya acumulaba otros tres oros en categorías inferiores donde sin destacar en demasía acababa apareciendo en los momentos clave (18 y 13 puntos en las semis y final del euro sub 18 de 2005 cuando su media no llegaba a los 7, o 13 puntos en la final U 20 de 2007 cuando apenas promediaba 6). Peleando por una última plaza, aparece Dragan Milosavljevic que llega a la Reprezentacija como premio a su buen año en el sorprendente Radnicki. Fichado este verano por el Partizan, Milosavljevic es un escolta de muy buena respuesta física, buen manejo de balón y gran cambio de ritmo. Muy mejorado en el tiro, en defensa peca en ocasiones de excesiva ansiedad y gracias a su potente tren inferior puede ayudar en el rebote.
Protagonista de uno de los culebrones del verano, en Nemanja Bjelica encontramos a una de las apuestas más ilusionantes del panorama europeo. Con una carrera extraña que le llevo a jugar en Austria, la figura de un Svetislav Pesic enamorado de su talento fue clave para devolverle al basket serbio, donde el que fuera el seleccionador campeón del mundo en 2002 le hizo jugar hasta de base. 2´08, brazos largos, ver a Bjelica moverse por la pista es una delicia para los sentidos que en los últimos meses se ha agudizado. Al calor de los problemas del Estrella Roja, Bjelica se convirtió en el líder absoluto del club rojiblanco completando una segunda mitad de temporada fantástica. Erigido en el referente del equipo, Bjelica mostró mejoras en el tiro exterior donde si bien sigue sin ser del todo fiable llego a tener partidos notables, pero sobre todo destiló confianza, subiendo el balón tras rebote, dirigiendo de facto al equipo y generando mucho juego, sobre todo asistiendo a los interiores. Con todo, salvo sorpresa, su rol en la selección volverá a ser distinto, jugando como alero y estando más centrado en labores oscuras como el rebote (el año pasado fue el máximo reboteador serbio en el eurobasket), o la intimidación (es un buen taponador). Si es capaz de anotar con cierta regularidad en los tiros abiertos de los que disponga, su confianza puede crecer y permitir que veamos al Bjelica autentico y que proyecta a factor desequilibrante. En cualquier caso su papel volverá a ser notable, dotando a Serbia de un comodín de lujo tan capaz de ayudar en la dirección de juego como en las labores propias de los interiores. Junto al nuevo jugador baskonista, el puesto de alero recaerá en una de las caras nuevas de la selección y , a la sazón, otra gran apuesta de Pesic, en concreto un Marko Keselj que, por lo visto en los primeros amistosos, no parece acusar la presión. Alto, fibroso y de planta espectacular, Keselj es otro todoterreno capaz de ayudar en el rebote, cumplir en defensa y hacer mucho daño tanto en campo abierto (corre muy bien la pista) como en las penetraciones donde se beneficia de un largo y espectacular primer paso. Contundente en las finalizaciones y con tacto para los tiros cortos, Keselj, que acaba de firmar por el Olympiacos, ha mostrado progresos en su faceta triplista pero sigue necesitando tiempo para armar el brazo con soltura.
Pese a que su futuro en el Real Madrid parece encaminarse a la posición de alero, Novica Velickovic parte como el 4 titular de una Serbia en la que el ex jugador del Partizan es pieza clave. Tras un año duro en el que a un gran inicio le siguió una segunda mitad de temporada convulsa (cierto relajo defensivo, el cambio a un nuevo rol…), Velickovic parece afrontar el mundobasket de Turquia más hecho como jugador. Completo, es capaz de generar puntos en el poste bajo gracias a sus medias vueltas, poseyendo un aceptable juego de espaldas que, cuando no esta ante rivales mucho más físicos, le permite mostrar un preciso semigancho. Buen tirador de tres puntos si dispone de espacio, no es mal pasador y puede ser un buen conductor del contraataque. Tras un inicio de campaña difícil, la segunda mitad de temporada vuelve a avalar el rendimiento de un Milan Macvan que sigue demostrando que las dudas sobre su adaptación a la categoría senior eran infundadas. Sin dominar en el poste bajo como en sus tiempos formativos, Macvan ha conseguido evolucionar manteniendo buena parte de sus principales argumentos ofensivos. Jugando mucho más de cara, cada vez es más fiable en el tiro exterior a la par que sus buenas manos le permiten anotar puntos con facilidad tanto jugando sin balón, como llegando como trailer en la transición. Buen pasador, ha perdido parte de su visión desde el poste bajo pero mantiene su buena conexión con el otro pivot desde el poste alto. Macvan es además, un jugador clarividente y posee un fuerte temperamento que si bien en ocasiones le genera problemas en forma de perdidas o faltas absurdas, en otros momentos le sirve como el catalizador de emociones del grupo. Pese a todo ello Macvan deberá pelear hasta el ultimo momento por un puesto con un Dusko Savanovic que esta rindiendo a gran nivel en la preparación. Tras un primer año de adaptación, Savanovic ha sido pieza clave en la magnifica temporada del Cajasol, constatando el nivel que había mostrado en el FMP campeón de la liga adriatica en 2006. En una selección necesitada, Savanovic se postula como un triplista de primer nivel a la par que gracias a su buen manejo de balón puede alternar el juego abierto con las penetraciones ante jugadores más lentos. Aunque sufre defensivamente en el poste bajo, su inteligencia le permite minimizar sus defectos y , sin ser un especialista, contribuir en el rebote defensivo e incluso en la salida de balón. Buen pasador y capaz de aportar cosas en poco tiempo, el nuevo ala pivot del Valencia Basket bien puede ser una de las sorpresas de Ivkovic.
Jugador con más experiencia del equipo, Nenad Krstic resulta fundamental en el engranaje ofensivo serbio, que en muchas ocasiones tiene su origen buscando al pivot de los Thunder en el poste bajo. Algo falto de explosividad, sufre ante pares veloces, pero utiliza muy bien el cuerpo, juega de espaldas y puede generarse tiros de media distancia con relativa comodidad. Con ciertas dudas sobre su estado físico, lo amplio de la nomina interior plavi debería esconder sus carencias en esa faceta, y es que si bien el año pasado Kosta Perovic era el recambio usual, la progresión de Miroslav Raduljica ha hecho que ambos vayan a tener espacio en función del partido. Por un lado, el nuevo fichaje barcelonista llega a Turquia en plena madurez de juego, siendo un jugador cada vez más regular y siendo, en cierta medida, un especialista ofensivo. Grande y coordinado, Perovic hace gala de un aceptable tiro de media distancia si dispone de tiempo de ejecución, pero es de espaldas al aro donde marca diferencias y donde Serbia le busca con insistencia, sobre todo en sus primeros minutos en pista. Buen reboteador sin ser un especialista defensivo, sus 2´16 unidos a una notable envergadura le permiten cumplir en esa faceta. Junto a Perovic, Miroslav Raduljica completa la rotación interior aunque a diferencia del año anterior parece que con un mayor protagonismo. Defensivamente importante gracias a su volumen, en ataque ha dado un salto de calidad siendo un jugador muy difícil de parar en la pintura, en especial cuando encara el aro. Muy buen pasador, corre además con bastante soltura en campo abierto y rebotea con dureza.
EL ENTRENADOR: De larga carrera como jugador en el Radnicki de Belgrado, sin duda alguna, la figura de Dusan Ivkovic pasará a la historia como uno de los grandes entrenadores de la historia europea. Amante del orden pero respetuoso con el talento individual, su carrera es un cúmulo de éxitos, bien con la selección yugoslava (3 oros europeos y uno mundial, más una plata olímpica) como de clubes (Euroliga en el Pireo, títulos europeos con Partizan, Paok, AEK y Dinamo...). Tras su meritoria trayectoria en Rusia (le faltó la guinda del titulo con el CSKA, al que ayudó a ser lo que hoy es, con tres presencias consecutivas en la final four), ha conseguido devolver el orgullo al baloncesto serbio apostando fuerte por un grupo joven y comprometido, logrando la plata europea en su primer gran torneo y , lo que es más importante, dejando entrever un más que interesante porvenir. Tras el mundial, Ivkovic volverá a dirigir a un Olympiacos que tras su marcha ha sido incapaz de volver a sumar un título liguero (el último data de 1997).
NUMEROS: En lo meramente estadístico el balance de Dusan Ivkovic a nivel de selección es apabullante. Tras su paso por la selección junior, Ivkovic llega a la selección “b” para dirigir a Yugoslavia, en la Universiada de Edmonton logrando la plata tras caer en la final ante los anfitriones liderados por Jay Triano. Pese a su condición de segunda selección, aquel grupo contaba con jugadores de la talla de Drazen Petrovic, Ivan Sunara (máximos anotadores de los plavi), Goran Grbovic, Danko Cvjeticanin, Velimir Perasovic, Emir Mutapcic o Rajko Zizic.
Cuatro años después, Ivkovic volverá a dirigir a una selección yugoslava en la Universiada, aunque esta vez la historia es distinta y es que, pese al carácter de selección B, el ex jugador del Radnicki es el elegido para sustituir a Kresimir Cosic en la absoluta. En Zagreb y con un equipo espectacular (los hermanos Petrovic, Vrankovic, Divac, Cutura, Radulovic, Cvjeticanin, Grbovic…) Yugoslavia logra el oro sin conocer la derrota en los ocho partidos disputados.
Al año siguiente logra en Holanda el pase a los juegos de Seúl, cayendo solo ante la URSS, logrando en la cita coreana la medalla de plata tras caer de nuevo en la final ante unos soviéticos a los que si habían conseguido derrotar en una primera fase, donde por el contrario no conseguían hacer lo propio con Puerto Rico.
Pese a ser los anfitriones del eurobasket 89, Yugoslavia debe pasar por el tramite clasificatorio donde en seis partidos solo conoce una derrota (97-74 ante Bulgaria en un partido extraño) mientras que en las cinco victorias supera los 105 puntos…llegando a 140 ante los propios búlgaros. Una vez en el eurobasket, exhibición para el recuerdo y oro como invictos… la misma medalla que Ivkovic se cuelga al año siguiente en el mundial de Argentina, aunque en esta ocasión con una derrota a cuestas (de nuevo ante Puerto Rico en la fase previa).
Pese a ser los vigentes campeones, Yugoslavia debe volver a participar en el preeuropeo de cara al eurobasket de Roma´91, y en esta ocasión ni siquiera concede una derrota simbólica, llegando a endosar a Alemania la friolera de 231 puntos en su doble enfrentamiento. Pese a todo lo que rodea al torneo, nuevo oro y de nuevo como invictos. Tras las sanciones de la ONU, Yugoslavia con Ivkovic al frente por última vez reaparece oficialmente en el eurobasket de Atenas´95, logrando un nuevo oro sin conocer la derrota ni en la fase de clasificación (aunque Bulgaria les arrancara una prorroga) ni en los 9 partidos del torneo propiamente dicho.
Al margen de los grandes torneos el balance en los partidos amistosos es igualmente notable, sumando 52 victorias por tan solo 12 derrotas, disputados no solo en los periodos 87-91 y 95 sino que también en el periodo más oscuro.
En 1992, antes de la sanción definitiva Ivkovic trabaja con 16 jugadores de cara a la participación en el preolímpico (Djordjevic, Danilovic, Paspalj, Bodiroga, Rebraca, Dobras, Prelevic, Divac, Jankovic, Savic…) llegando a disputar dos amistosos ante Grecia y Francia con sendos triunfos. Sin poder disputar e torneo olímpico, Yugoslavia no volvería a jugar como tal en unos años…aunque en 1993 y sin nombre en la camiseta disputan dos partidos ante Grecia como homenaje a Boban Jankovic, que la federación yugoslava considera oficiales saldándole con sendas victorias de un equipo plavi que contaba con lo más granado de su basket a excepción de Divac y Bodiroga. Por último, y bajo el nombre de Serbian All Stars, Ivkovic dirige a una suerte de selección yugoslava encubierta que logra llevarse el torneo Acrópolis de 1994 y que contaba con jugadores de la talla de Djordjevic, Obradovic, Loncar, Beric, Sretenovic o Rebraca.
En total 115 victorias en 134 partidos con Yugoslavia...números que evidentemente quedan fuera de su alcance con una Serbia con la que no obstante sus inicios no han sido para nada desalentadores…
DATOS, CLAVES, CURIOSIDADES…
EXPERIENCIA: Tras la renuncia de Darko Milicic y las ausencias en la lista final de Uros Tripkovic (lesión) y Bojan Popovic (decisión técnica), solo Kosta Perovic sabe lo que es haber participado en un mundial como jugador.
Por su parte, Dusan Ivkovic ya vivió como seleccionador el mundial del 90, donde dirigió a Yugoslavia hacia la medalla de oro.
TAPADOS: Así llegaron a Polonia con grandes resultados, pero la plata de Katowice ha convertido aquella condición en algo ya pasado, y si bien Serbia no entra en los pronósticos que apuntan al título ya nadie deja de tenerles en cuenta. Con un grupo joven y aun un tanto inexperto, saber conllevar esa presión puede resultar clave.
ROTACION: Uno de los grandes secretos de esta Serbia, donde con la posible excepción de Teodosic, y en menor medida de Velickovic, el resto de jugadores son prácticamente intercambiables, de tal manera que en un momento otro del torneo los 12 pueden llegar ser importantes.
TIRO EXTERIOR: Probablemente el gran lunar de los “plavi”. Tras la baja de Tripkovic, solo Milos Teodosic aparece como un tirador de garantías, lo que en ocasiones acaba derivando en pájaras ofensivas notables. La aportación de los 4 (Velickovic y Macvan o Savanovic) así como la posible regularidad del perímetro (al menos en la preparación Tepic y Keselj han tenido sus momentos) puede darles el salto de calidad definitivo.
DEFENSA: Con todo la principal seña de identidad, favorecidos por la posibilidad de arriesgar dada su rotación amplia, Serbia se muestra agresiva en el 1*1, segura en el rebote y en (casi) todos los partidos tiene momentos de una intensidad brutal. Por lo visto en la preparación, pueden ser habituales los dos contra uno en media pista y el que sea alguno de los escoltas el que se encargue del base contrario asfixiándolo desde su propio aro.
RITMO: Aunque cuenta con jugadores capacitados para correr, Serbia, en especial según avance el torneo, se maneja mejor en partidos de ritmo controlado o incluso trabado y no será raro verla dominar los tempos.
DUREZA MENTAL: Pese a lo joven que es el grupo, Serbia presenta una selección extremadamente dura y competitiva, siendo inusual verles salirse del partido y supliendo la falta de talento puro en algunas posiciones.
Saludos cordiales.
ResponderEliminarHe leido que el Markovic serbio tiene orígenes australianos. Tiene algo que ver, precisamente, con el Markovic australiano que se llama casi igual?
Gracias.
Rafaldo
No, no tienen nada que ver aparte del apellido.
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