EUROLIGA
2015/16
Como
cada año, se ha hecho de rogar pero el próximo jueves 15 a las
18:00 arranca una nueva edición de la mejor liga de baloncesto de
Europa. Una nueva edición de la euroliga, probablemente la más
“abierta” de las últimas temporadas. Tras un verano de rumores y
especulaciones sobre el estado y el futuro del baloncesto europeo, lo
cierto, lo real, es que la euroliga arranca marcada por el mismo
formato de las últimas campañas, sin bajas en sus equipos bandera y
con un ramillete de equipos dispuestos a pelear por estar en la final
four de Berlín. En una competición de este calibre, con fases tan
diferenciadas y con ventanas para fichajes posteriores, resulta
prematuro hablar de favoritos, tendencias o revelaciones. Una
incertidumbre, acrecentada esta vez, por la presencia de un grupo de
equipos con muchas caras nuevas, otros con estructuras polivalentes o
peculiares, alguno al que se intuye un progreso durante el curso que
quizás le llegue tarde y algún que otro seriamente condicionado por
las estrecheces de los cupos locales pese a la ausencia de estos en
la propia euroliga. Sea como sea, y aunque solo sirva como ejercicio
de funambulismo predictivo, ahí queda un primer vistazo a todo lo
que vamos a poder ver y esperemos disfrutar este nuevo curso. No lo
duden, busquen la nueva euroleague Tv o la alternativa que vean más
practica y déjense llevar...va a merecer la pena.
GRUPO A
Un
clásico a la hora de afrontar un análisis previo a un torneo es el
de apuntar a un grupo en concreto, intuir en él una feroz
competencia e inmediatamente llamarlo el de la Muerte. Si, en los
próximos días, uno se toma su tiempo en bucear en las distintas
guías que vayan saliendo sobre la próxima euroliga, no será raro
ver en varias de ellas que este grupo A es el señalado con tal
suerte. El vigente campeón de Europa, el reforzado campeón de la
eurocup, un renovado Fenerbahce y dos buenos conjuntos como Estrella
Roja y Bayern parecen conformar un cóctel en el que el Strasbourg
tratará de ser el ingrediente sorpresa.
REAL
MADRID
Campeón
de todo la temporada pasada, el equipo que dirige Pablo Laso busca el
más difícil tratando de revalidar corono mientras mantiene el
estilo que, con los matices introducidos el año pasado, le ha
llevado a la cima. Con una plantilla probablemente con más calidad
pero algo más corta (aunque con el as en la manga de un más que
probable fichaje venidero) la primera gran meta del nuevo Real Madrid
será mantener el hambre de sus jugadores. Cuestión peliaguda y
propicia para la demagogia, el tema psicológico (por ahí suelen ir
los tiros más que por una desidia más o menos consciente de los
jugadores) puede tener su peso en un equipo liberado tras su redonda
temporada y en el que, además, buena parte de su núcleo duro llega
tras el subidon del eurobasket. Cuestiones etéreas al margen, la
seguna clave del cuadro blanco bien pudiera ser la integración de
Trey Thompkins y Jeffery Taylor. Excepcionales los dos, llegan a un
ecosistema propicio para ambos en lo ofensivo pero quizás no tanto
en lo defensivo. Capaz de alternar el 4/5 con igual soltura y dotado
de una facilidad y clase ofensiva innatas, el ex del Nhizny pasa por
ser un jugador solvente en el rebote e inteligente en defensa pero
probablemente sufra en las ayudas. Irregular de fuera pero excelso en
campo abierto, el sueco por su parte puede dotar al Madrid de
soluciones desde el 2 al 4, mientras su trabajo en la línea de pase
ayudara a subir el nivel de intensidad. A cambio, Taylor carece de la
solvencia tactica de un Rivers clave el año pasado. Más allá de la
llegada de Thompkins y Taylor, la mejor noticia para los madridistas
es sin duda la continuidad de su pareja de bases. Con Doncic como
ilusionante alternativa, de la frescura de Llull y Rodriguez va a
depender otra de las patas de una mesa que esta vez carece de la red
de seguridad que ofrecían Draper o, en menor medida, Campazzo. En
las alas, el buen eurobasket de Maciulis y la notable pretemporada de
Carroll despejan la incógnita y la presión sobre el estado físico
de un Rudy Fernández llamado a ser dosificado durante el curso. Por
dentro, y a la espera de un posible fichaje, Ayon debe ser un
referente desde el inicio mientras que se espera que Felipe o Nocioni
mantengan en sus casas un retrato envejecido ya que resulta prematuro
esperar un impacto inmediato de Hernangomez. En definitiva el Real
Madrid, vuelve a aparecer como uno de los favoritos del torneo,
añadiendo más variantes ofensivas a su ya de por si enorme
repertorio, pero a la vez presenta algunos interrogantes en forma de
estado físico o adaptativo que pueden ser claves. De la capacidad
para resolverlos, y el tempo para hacerlo dependerá la suerte de un
equipo al que una cuarta final four consecutiva colocaría en un
lugar privilegiado.
FENERBAHCE
Tras
alcanzar la final four la temporada pasada, el Fenerbahce llega al
nuevo curso tras superar un verano complicado con una nota muy alta.
Separado definitivamente de Ulkersport, el conjunto “canario” ha
sabido reinventarse para seguir siendo competitivo. Sin el Bjelica
que se coronaba como el Mvp de la temporada pasada y con bajas tan
sensibles como las de Goudelock, Zisis o buena parte del bloque
nacional, el club de Istambul ha sabido moverse en los mercados para
configurar una plantilla probablemente más equilibrada que la del
año pasado y muy del gusto de un Zeljko Obradovic que por si solo ya
es un aval. La continuidad de Vesely o Bogdanovic se ve apuntalada
por la llegada de un Luigi Datome que aparece como la mejor solución
posible a la marcha de Bjelica, mientras que Antic o Sloukas añaden
polivalencia, Kalinic y Udoh intensidad y presencia y Dixon ritmo
exterior. Con Hickman recuperado de su lesión, Obradovic goza a su
disposición de un núcleo duro de jugadores, polivalentes, capaces
de alternar diversos puestos y de apostar por un ritmo de juego
total. En el debe, el condicionamiento de los cupos locales (que en
buena parte explican también el fichaje de Dixon) dejan un rol
quizás demasiado grande a jugadores correctos como Mahmatoglou o
Hersek o promesas como Ugurlu o Yurtseven. Más equilibrio, menos
carencias de presencia en la pintura, auténticos lujos como Datome o
Vesely y Zeljko en el banco son, no obstante, elementos más que
suficientes para esperar que el Fenerbahce sea cuanto menos un claro
candidato a repetir presencia en la final four. De la capacidad para
aprovechar la polivalencia (Sloukas 2/1, Hickman 2/1, Bogdanovic 2/3,
Datome 4/3, Antic 4/5...) para mantener la frescura puede depender la
suerte de un equipo que a falta de otras consideraciones sin duda va
a ser de los más interesantes del torneo.
KHIMKI
Paciencia.
Dos temporadas atrás, el Khimki de Rimas Kurtinaitis llegaba a
encadenar 25 triunfos consecutivos para a la postre verse eliminado
por el Valencia Basket en los octavos de final de la eurocup y por el
Niznhy Novgorod en los cuartos de final. Fuera de la euroliga, el
gran objetivo, el club no perdió la paciencia y apostó por renovar
al técnico lituano y mantener parte del bloque. Llegó Ty Rice y el
Khimki se llevó la eurocup y con ella el pasaporte de nuevo a la
euroliga. Una euroliga a la que retorna por la puerta grande y
haciendo ruido con el fichaje de un Alexei Shved llamado a ser una de
las estrellas de la competición. Llegan además Zoran Dragic y Marco
Todorovic perfilando a un club que lograba mantener a todas sus
grandes caras del año pasado. Paciencia. Otra vez el concepto y con
el la clave. Paciencia para integrar a un Shved pletórico en lo
físico pero irregular aun y con margen de crecimiento en una
estructura en la que Kurti busca sublimar aquel viejo trio de
Popovic-Green-Koponen en uno nuevo de aires celestiales:
Rice-Koponen-Shved. Paciencia con un Dragic al que le va a costar
encontrar el sitio y con un Koponen muy tocado tras eleurobasket.
Paciencia con un Todorovic que sin el manto de Sito no es el interior
resolutivo que puede parecer. Paciencia en definitiva para asentar
una rotación más larga de lo habitual en los equipos de Rimas y
paciencia para dar con la tecla defensiva. Paciencia es la clave, y
parece que habrá, veremos hasta donde el calendario permite. Porque
más alla de eso, es evidente que al ritmo de Rice el Khimki es un
equipo impredecible, que Monya es tan frío como letal en los
momentos clave y que Honeycutt parece dispuesto a ser algo más que
un aval en el rebote. Con Vyaltsev aportando intendencia, el estado
físico de la pareja interior Augustine-Davis pasa por ser el
termómetro de un equipo que aun cuenta con Pateev o Sheleketo en el
fondo de armario. Paciencia, les va a costar, pero si se meten en el
top 16 no hay techo para ellos.
BAYERN MUNICH
Con
solo dos triunfos el curso pasado, el Bayern Munich fue una de las
grandes decepciones de la pasada euroliga por más que su grupo
fuera sin duda el más fuerte del torneo. Muy condicionado toda la
temporada por su flojisimo nivel defensivo, el equipo de Pesic fue
protagonista de alguna de las exhibiciones anotadoras más
rutilantes. Irregular en lo domestico, la llegada de los play-off
supuso un cambio de rumbo en el que la pizarra del técnico serbio,
bien escoltado por Mutapcic, lograba revertir la situación a base de
trampas defensivas y un mayor compromiso. La victoria en el quinto
partido de la semifinal en Berlín, en un partido que ya es parte de
la historia del basket europeo, abría las puertas de la final de la
BBL y con ella las de una nueva oportunidad en la euroliga. Con la
lección aprendida, el club bávaro llega ahora con un equipo
continuista en la forma pero mucho más trabajado en lo físico en el
fondo. Con Savanovic-Bryant formando una pareja interior de deleite
para los estetas, la vuelta de Deon Thompson ofrece una alternativa
fiable y sólida. A su vez, y a poco que le respeten las lesiones, el
fichaje de Maxi Kleber (lesionado de inicio) dota al equipo de una
amenaza ofensiva de primer nivel...sin tanta penalización defensiva.
Por fuera, a la continuidad de Gavel, Djedovic, Taylor o de un Zipser
llamado a cosas más importantes, se ve reforzada con los fichajes de
KC Rivers y Alex Renfroe. El primero pasa por ser uno de los
jugadores más valiosos tácticamente de Europa y un excelente
defensor, que a priori además contará con más rol ofensivo del
disfrutado en Madrid. Por su parte, el jugador “bosnio” ofrece
garantías defensivas, buena gestión de los ritmos y un perfecto
complemento para un Micic que necesita dar un paso más en su juego.
Más coral y físico (aunque de momento el tema defensivo sigue en el
alero, llegando a encajar 57 tantos en la primera parte en su
reciente visita al Phoenix Hagen), el nuevo Bayern cojea un tanto en
amenaza triplista y es otro de los equipos condicionados por el tema
de los cupos locales. Y es que, tras la salida de jugadores como
Benzing, Staiger o Schaffartzik, Pesic deberá completar su roster
con jugadores emergentes como Mayr o Kovacevic. Con todo, mucho se
han de torcer las cosas para que el club muniches no arañe este año
un botín más preciado.
ESTRELLA ROJA
Campeón,
al fin, de las ligas adriatica y serbia, el Estrella Roja busca
repetir su buen papel del curso pasado en una euroliga que se antoja
realmente dura. Un reto que el club de Belgrado afronta con una
profunda renovación en sus filas. La salida de un Marjanovic que fue
el centro del juego ofensivo del año pasado se veía acompañada de
bajas tan importantes como las de Marcus Williams (el verdadero
factotum ofensivo) Kalinic (el alma defensiva) o el querido Charles
Jenkins. Con todo, y pese al indudable peso de estas bajas, el equipo
de Radonjic se presenta con una estructura sin duda a la altura de la
del año pasado. Y es que, por mucho que uno lleve tiempo siguiendo
este negocio, sigue siendo complicado de entender que dos jugadores
de la talla de Gal Mekel y Ryam Thompson no hayan acabado en clubes
de un mayor potencial económico. El israeli, probablemente oposite a
ser uno de los mejores bases del torneo y solo su falta de amenaza
triplista regular le separa de ser una estrella con mayúsculas,
mientras que el estadounidense sigue siendo un jugador sobrio,
callado y cuyo impacto trasciende en mucho a sus números. Junto a
esa dupla de lujo, llega a Belgrado un Schortsianitis venido a menos
(no en lo corporal) pero que aun puede ser un factor ofensivo puntual
mientras comparte línea interior con un Zirbes ya imprescindible y
un Nastic que buscará arañar minutos. Con Mitrovic progresando a su
bella manera en el cuatro, la llegada de Simonovic dota de
experiencia a un puesto de alero donde Dangubic debería dar ya un
paso al frente (ay ese tiro exterior si acompañara un poco a esas
piernas prodigiosas). Con Jovic apretando en defensa desde el banco y
Lazic ejerciendo de canalizador de la energía de esa grada tan
espectacular, aun queda espacio para que Tejic, Rebic o Guduric vayan
quemando etapas. En definitiva, Belgrado seguirá siendo una de las
pistas más complicadas del torneo, por el público y por un equipo
construido en torno a dos figuras de primer nivel y un buen puñado
de complementos. En el debe, la falta de amenaza exterior (¿posible
fichaje Usa?) y una racha de lesiones que de momento deja fuera del
inicio a Dangubic, Tejic o Lazic. ¿Suficiente para pasar al top 16?
La teoría dice que los rojiblancos deberían jugarse un puesto con
el Bayern, pero que nadie descarte que en Belgrado el contador de
“victimas” sea mucho mayor...
STRASBOURG
Con
el sello inconfundible de Vincent Collet, el Strasbourg regresa tres
temporadas después a la euroliga buscando ser el primer equipo galo
en superar la primera fase desde que lo hiciera el Pau Orthez en la
2006/07, una empresa que de nuevo se antoja muy complicada dado el
nivel del grupo. Con dos bajas de la envergadura de Antoine Diot, el
autentico líder del equipo, y Toupane, el equipo alsaciano afronta
la competición con una plantilla corta, renovada y con margen de
crecimiento. Con un arranque de temporada irregular donde tras
imponerse en la supercopa al Limoges, caían en el debut liguero como
locales ante el Asvel, el SIG busca afianzar su idea de juego para
cuanto menos ser uno de los jueces del grupo. La renovación de el a
menudo infravalorado Howard y la llegada de Weems dotan a los de garantías en el puesto de cuatro, mientras que en la línea exterior
todo parece indicar que este puede ser el año de la definitiva
resurrección de un Rodrigue Beaubois cercano al de sus mejores días.
Junto al ex mavs, la llegada de Mardy Collins y el papel de Campbell
o Lecombe garantizan una rotación más que digna. En la pintura, la
llegada de Golubovic parece ofrecer garantías a poco que el
montenegrino recupere parte del nivel exhibido hace dos años en
Turquía. Por lo demás, el siempre cumplidor Fofana o un Leloup que
volverá a contar con muchos minutos completan una rotación en la
que Duport puede dar algún relevo interior y donde es de esperar que
sigan apareciendo oportunidades para el ilusionante Frank Ntilikina.
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